Para estar a la altura histórica actual, el Congreso federal tanto como los Congresos locales debemos pronunciarnos en favor de legislar durante la pandemia, asegura la diputada Martha Avila.
Hoy, el COVID-19 nos está dando una gran lección. Las diferencias políticas, sociales y económicas se reducen ante la cúspide de contagios y las lamentables defunciones, esta situación nos permite reflexionar en cómo contribuir para contrarrestar los efectos de la propagación y actuar con la templanza necesaria para aminorar el impacto de la pandemia.
A lo largo de la historia, los desastres naturales y pandemias han puesto en riesgo a diferentes naciones, demostrando su capacidad de respuesta. Adoptar medidas que garanticen la recuperación y la restitución de las condiciones de vida preexistentes, se vuelve una labor mucho más sencilla cuando los gobiernos actúan con prontitud y unidad.
El Poder Legislativo tiene la idoneidad constitucional y legal de emitir los elementos normativos para hacer frente al coronavirus y advertir los escenarios a futuro.
Legislar es crear el derecho, una ciencia social viva, latente y cambiante para atender la realidad y los problemas que se generan con las relaciones humanas.
A las diputadas y los diputados nos corresponde dar vida jurídica a los instrumentos parlamentarios que contribuyan a aminorar los daños que la contingencia sanitaria está dejando a su paso, especialmente en las esferas más vulnerables y desprotegidas de la sociedad.
